Argentina, mi segunda vez en el país, en esta ocasión para quedarme

Argentina, mi segunda vez en el país, en esta ocasión para quedarme. Estudiar cocina y viajar por el sur de nuestro continente, al lado de mi esposo, en busca de nuevos sabores. Sumar experiencias y así regresar a tierras nayaritas para compartir de esta copa del placer. Ha sido muy grato recibir los correos de aquellos que tuvieron la oportunidad de estar con nosotros durante la breve temporada de “La casa del chef”, así como de aquellos un tanto despistados que todavía nos escriben queriendo reservar para un fin de semana especial. Gracias a estos mails decidimos volver a publicar sobre “la casa de los chefs” y mantenerlos al tanto de nuestra actividad culinaria en nuestro querido continente Americano.
Argentina desde mi punto de vista es un caso muy especial, pues en algún punto fue poblada por inmigrantes italianos, alemanes, suizos y españoles, ente otros; por lo que se considera como cocina argentina la pasta, el fondue, los quesos y fiambres ahumados (sobre todo en la Patagonia), las empanadas y el famoso asado. Todo delicioso, la pizza ha tomado formas muy sofisticadas y los restaurantes que la ofrecen se esfuerzan por tener como ingredientes berenjenas, pimiento asado, queso provolone… y por supuesto debe ser a la piedra. Esto es maravilloso, pero lo que realmente me ha enloquecido y ha sido toda una novedad son dos barrios: el boliviano y el chino. ¡Cuánta profusión de especias, de color, de aromas, de sabores! El barrio chino se encuentra muy a la mano del bonaerense; es muy común que estalle los fines de semana, es todo un furor, lleno de baratijas, manos para rascar la espalda, sombrillas de fino papel, pero sobre todo y lo que nos interesa es la existencia de supermercados especializados. Para el supermercado mexicano sólo existe una clase de hongo, bueno, ahora tres, los champiñones, las setas y los portobello. Aquí he aprendido de la existencia de mucho más clases de hongos; los morilla, los clavito, los de pino…los hay largos y esbeltos, otros como encaje, todos desprenden un aroma fuerte y de sabor alucinante y característico en cada uno, me encontré con pepinos de picos, pescados deshidratados y para mi sorpresa ¡camarón seco! (el cuál habla de la influencia china en nuestro estado), fideos, especias desconocidas para mí. El barrio boliviano… hizo sentirme un poco en casa, casi lloro al toparme con “ají verde” (chile verde), cazuelas de barro y frijoles; pero me deparaba gratas sorpresas: ¡cuánta variedad de papas andinas hasta el momento desconocidas para mí! Algunas con gusto a tierra, otras con sabor suave y aromático, la quinoa, este cereal en auge por su valor nutritivo, usado ancestralmente por ellos. Lo más típico es la sopa con carne, papita andina, quinoa, especiada con yerbabuena y orégano ¡qué delicia! En cada descubrimiento, una inspiración nueva para el retorno a México.